La ciudad oculta numerosas sorpresas entre sus calles, una de ellas se encuentra en la Plaza de Santiago o Plaza de la Oca, en la que se puede observar pintado sobre el pavimento un juego de la Oca gigante decorando el suelo de la zona. La adornan varios dados de gran tamaño incitando a su práctica saltando de casilla en casilla. La historia de la plaza cuenta que la Oca fue considerado animal sagrado por algunos pueblos, sus aldeanos realizaban migraciones similares a las de los primeros peregrinos del Camino de Santiago.
El lugar es una ubicación curiosa ya que, además del juego, es frecuente cruzarse con los peregrinos que se dirigen a Santiago. En esta plaza se encuentran la casa de la inquisición y la fuente del peregrino, esta última recuerdo de otra que fue restaurada en los años ochenta por el Ayuntamiento.
